miércoles, 2 de mayo de 2018

ELPAÍS.COM.JESSICA MOUZO QUINTÁNS.A LA CAZA DE LA HUELLA OCULTA DEL ALZHÉIMER INCIPIENTE.


Investigadores de Madrid y Japón combinan el estudio de marcadores bioquímicos con neuroimágenes. La enfermedad de Alzhéimer le llevaba 20 años de ventaja a la investigación médica. Cuando los neurólogos detectan la enfermedad, ya han pasado casi dos décadas desde que empezó realmente el deterioro cerebral y poco o nada hay que hacer en ese momento. Los investigadores buscan a contrarreloj, marcas y señales cerebrales que indiquen el inicio del deterioro cognitivo, antes incluso que provoque síntomas clínicos. Las primeras alteraciones producidas por la enfermedad se dan a nivel bioquímico en el tejido cerebral. Investigaciones  de las universidades Complutense y Politécnica de Madrid han participado en un estudio con el National Centre for Geriatrics and Gerontology de Japón para detectar los primeros signos bioquímicos del Alzhéimer con marcadores mínimamente invasivos .El estudio encuentra alteraciones en los patrones de actividad cerebral relacionadas con la cantidad de placas de una proteína beta amiloide acumulada en los cerebros afectados por la enfermedad y lo contrastan con las imágenes neurológicas obtenidas de esos cerebros y cerebros de personas no afectadas por la enfermedad.

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